En un mundo que va a toda prisa, donde se ha conseguido hasta poner de moda el fast food y las historias que en veinticuatro horas desaparecen, aceleramos el ritmo en la mayoría de cosas que hacemos en el día a día sin casi darnos cuenta.

Por eso, en el restaurante ConGracia, ponemos mucha atención en los tiempos y los ritmos con los que deleitarte, creamos un espacio donde alejar las prisas cotidianas y anclarnos en el presente por el rato que necesites.

Sabemos que disfrutar de un menú degustación incluye tomarte tiempo para vivir la experiencia en sí y que no es algo que merezca hacerse rápido, sino a tu propio ritmo y gusto.

Ponemos mucha atención en ofrecerte «lo que te pide el cuerpo» como se suele decir, tanto a nivel de apetencias como de tiempos.

Sabemos que todos somos diferentes y observar, nos permite ofrecer el tiempo, el ritmo y los detalles necesarios para hacer de tu visita una experiencia única y personalizada cada vez que vengas.

Lo mismo aplicamos en nuestros platos, la mayoría se cocinan a fuego lento y a baja temperatura para mantener las propiedades nutritivas de los alimentos que servimos.

Cocinamos «al ritmo de la vida», diferente para cada ingrediente según su naturaleza para unirse en el plato final y llegar a tu mesa. Por ejemplo, nuestra demi-glace es uno de nuestros secretos, se produce durante dos días a fuego lento y con ella podemos dar un gusto especial a nuestras carnes.

Esperamos que nuestros detalles te sirvan para conectar con tus ritmos y preferencias y así disfrutar tanto como nosotros de las experiencias ConGracia.

PD: La imagen es de nuestro huevo cocinado a baja temperatura. Se sumerge en un baño de agua a una temperatura constante de sesenta grados durante veinte minutos, lo que le proporciona una textura y un sabor únicos.

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